
Vox Populi
En este
momento histórico en el que tanta importancia y tan protagonismo tiene la
política, se oye cada vez a más y más gente (no solo en la calle y los bares,
también en radio y televisión) dando su opinión sobre política, y la mayoría de
lo que dicen no es nada más que eso, opiniones. En general se habla mucho y
guiado por intuiciones poco examinadas, por claros prejuicios, o simplemente por ignorancia. Todos estos
factores pueden ser perdonados al ciudadano medio, que tampoco dispone del
tiempo para pensar y contrastar sus creencias. Pero eso es imperdonable para
los profesionales del sector.
Ante tal
falta de criterio no puedo evitar las ganas de escribir este artículo, donde
quiero mostrar una base sólida para las ideas políticas que se quieran
expresar. Y explicar con palabras y argumentos aquellas intuiciones que son las
que acaban decantando la balanza de las opiniones:
El gobierno
y la sociedad son dos cosas distintas y, aunque, a veces, sus objetivos puedan
coincidir, no necesariamente tiene por qué ser así. Cualquiera puede imaginar
un gobierno que sólo mira por su propio interés (ya sea el de las (o la) personas con mando, o se le atribuye un
interés divino, o sólo sigue el interés de cierto estamento de la sociedad.
Para simplificar lo dejaré en acciones que hace el poder para reforzar su
poder). Los intereses de la sociedad son varios: educación y sanidad son los
más de moda, sin hablar de la hegemonía de la economía y el trabajo, pero
también lo está la convivencia, la cultura el ocio...
Como la
sociedad es (o debería de ser) libre de escoger a quien la gobierna, escogerá
al gobierno que más defienda sus intereses. Y para eso sirve la democracia.
Dicho con el vocabulario que estoy utilizando: la democracia es la mejor forma
de gobierno que hemos sabido inventar para que los intereses del gobierno y de
la sociedad sean lo más parecidos posibles. Ahora imaginemos la democracia
perfecta, una cámara de representantes donde todo ciudadano tiene la misma
representación que cualquier otro y donde los territorios también tendrán su
perfecta representación. Incluso en esta democracia puede pasar que los
intereses del gobierno y los intereses de la sociedad sean distintos. Incluso
en este estado perfecto, gobierno y sociedad no comparten intereses de forma
perfecta.
Como el
poder se consigue con los votos, se da que el gobierno toma medidas que sabe
que no son buenas para la sociedad pero si para ganar electorado (a esto se le
llama populismo) y también se da que deja de tomar ciertas acciones por miedo a
perder votos (las llamadas medidas impopulares). La sociedad la formamos
personas individuales, y el conocimiento y educación que tengamos, así como
también el tiempo que le dediquemos a este tema, hará que seamos más
conscientes de los auténticos intereses de la sociedad. Y si la sociedad conoce
sus intereses no se va a dejar enredar por populismos y las medidas impopulares
dejaran de ser impopulares.
© Sergi Edo, Barcelona 2012
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